«Acuérdate, Señor, de que tu ternura y tu misericordia son eternas»

25-6-2015 Orden del Santo Sepulcro

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Entrevista a Mons. Rino Fisichella, presidente del Pontificio Consejo para la Promoción de la Nueva Evangelización

- Excelencia, que se espera en Roma con ocasión del Año Santo de la Misericordia en favor de los cristianos tan atribulados del Medio Oriente?

 El Jubileo de la Misericordia ha sido pensado y querido por el Papa Francisco para que todos puedan sentir cercana la misericordia de Dios, especialmente los que sufren, los que están atribulados y tienen necesidad de consolación. El Papa quiere que cada uno, mirando el rostro de Jesús, se pueda sentir amado y consolado. Entre estas personas que pasan por la prueba de la tribulación están, sin duda, los cristianos del Medio Oriente, que, también en este momento histórico particular, viven en la persecución y en la lucha diaria para poder profesar su fe. Desde luego, no faltará una especial atención a todos ellos y a sus sufrimientos durante el Año Santo.

- ¿Cómo cree que el Jubileo de la Misericordia pueda vivirse concretamente, por ejemplo, durante una peregrinación a Tierra Santa? ¿Sería el caso de proponer un “camino” particular?

El Santo Padre y el Pontificio Consejo para la Promoción de la Nueva Evangelización han indicaco, e indicarán, algunas líneas para la celebración del Jubileo en todo el mundo. Serán después las diversas realidades locales las que deberán concretar estas indicaciones en su propio contexto. Lo mismo ocurrirá en Tierra Santa, donde, estoy seguro, la Custodia de Tierra Santa, junto con los Obispos y otras realidades, entre ellos pienso también en la Orden del Santo Sepulcro, sabrán encontrar la forma y el mejor modo de celebrar el Año Santo también en la Tierra de Jesús.

- Al servicio de la “cultura del encuentro” alentada por el Papa Francisco, ¿se organizarán eventos con una dimensión interreligiosa, particularmente con los representantes de los musulmanes?

El Año de la Misericordia se preocupará también del aspecto del ecumenismo. El 25 de enero, de hecho, ya está programada una celebración en San Pablo Extramuros. También se prestará una atención al diálogo interreligioso siguiendo la estela de las palabras del Papa Francisco en Misericordiae vultus: «La misericordia posee un valor que sobrepasa los confines de la Iglesia. Se la relaciona con el Judaísmo y con el Islam, que la consideran uno de los atributos más determinantes de Dios. Ella nos relaciona con el judaísmo y el Islam, que la consideran uno de los atributos más calificativos de Dios. Israel primero que todo recibió esta revelación, que permanece en la historia como el comienzo de una riqueza inconmensurable de ofrecer a la entera humanidad. Como hemos visto, las páginas del Antiguo Testamento están entretejidas de misericordia porque narran las obras que el Señor ha realizado en favor de su pueblo en los momentos más difíciles de su historia. El Islam, por su parte, entre los nombres que le atribuye al Creador está el de Misericordioso y Clemente» (n. 23).

- En su opinión, ¿de qué manera los 30.000 miembros de la Orden del Santo Sepulcro en el mundo pueden participar y contribuir a este Jubileo? ¿Qué les recomendaría?

Para hacer una recomendación a los miembros de la Orden del Santo Sepulcro, hago mías las palabras que el Papa Francesco, en la conclusión de Misericordiae vultus, dirige a toda la Iglesia: «En este Año Jubilar la Iglesia se convierta en el eco de la Palabra de Dios que resuena fuerte y decidida como palabra y gesto de perdón, de soporte, de ayuda, de amor. Nunca se canse de ofrecer misericordia y sea siempre paciente en el confortar y perdonar. La Iglesia se haga voz de cada hombre y mujer y repita con confianza y sin descanso: “Acuérdate, Señor, de tu misericordia y de tu amor; que son eternos” (Sal 25,6)».